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jueves, 7 de febrero de 2013

HISTORIA


                                                                                        
                                                              ACTUAL ESCUDO
EDADHOMBRESMUJERESTOTAL
0-410784191
5-99794191
10-148997186
15-199693189
20-24120115235
25-29120119239
30-34158143301
35-39164129293
40-44154137291
45-49129114243
50-5411595210
55-598786173
60-647977156
65-697772149
70-745359112
75-795380133
80-844764111
85-305181
TOTAL
1.7751.7093.484

VILLACONEJOS
CENSO 2012 3484 habitantes. (1709 mujeres y 1775 hombres)
SUPERFICIE 36,65 km2.
ALTITUD 650 m sobre el nivel del mar.
Cronología
EDAD MEDIA.
AÑO 1110. Los almorávides arrasan el entorno de Villaconejos.
El año anterior habían ocupado el castillo de Alcalá. El 1 de julio de ese mismo año moría Alfonso VI, tras haberse esforzado mucho, sin éxito, en reconquistarla, pues era fundamental para la defensa de Toledo. Desde Alcalá Alí ben Yusuf, por la calzada de Complutum a Titulcia arrasó todas las aldeas del Tajuña. También llegó hasta Toledo y puso cerco a la Plaza. Tenían desde aquí en jaque Madrid, Guadalajara y todas las tierras del Henares. El territorio de Villaconejos estaría seguramente despoblado.
AÑO 1111. Álvar Fáñez reconquista las aldeas del Tajuña.
El ser territorio fronterizo entre dos potencias en guerra tiene estos inconvenientes de cambio constante de manos. Fáñez llegó hasta Cuenca en su acción contra los almorávides.
AÑO 1113. Villaconejos de nuevo en poder almorávide.
Un ejército norteafricano al mando de Mazdalí se asentó en tierras del Tajuña hasta villa Aurelia, hoy Colmenar de Oreja. Se hicieron fuerte en el castillo de Oreja, desde donde dominaban todo el territorio circundante.
AÑO 1139. Tomado el Castillo de Oreja por Alfonso VII.
El castillo de Oreja, avanzada musulmana en tierras cristianas abastecida por convoy, era un punto estratégico de vital importancia junto con Uclés que había sido tomado por los musulmanes en 1108. Desde él se dominaba un importante paso del Tajo frente a valles como el de Valdepuerco, dificultando el acceso a Toledo.
Este año Alfonso VII decide rendir definitivamente la plaza, tras un intento frustrado efectuado nueve años atrás. Para ello asienta sus reales en la orilla del Tajo, cortando cualquier tipo de abastecimiento incluido el agua. En octubre los castellanos entran en Oreja y liberan su comarca definitivamente.
AÑO 1184. Villaconejos aldea perteneciente a la ciudad de Segovia.
Estaba integrada en la Transierra, es decir entre las tierras segovianas al sur del sistema Central, en el sexmo de Valdemoro, junto a las aldeas de Chinchón, Bayona, Valdelaguna, Seseña, Titulcia, Ciempozuelos, San Martín de la Vega y, naturalmente, Valdemoro.
AÑO 1214. Chinchón cabecera del sexmo de Valdemoro, al que pertenece Villaconejos.
Poco antes de morir Alfonso VIII, el arzobispo Rodrigo Ximénez de Rada obtiene del rey un Privilegio que deshace donaciones efectuadas en 1136 y confirmadas en 1190 a la ciudad de Segovia. Así Valdemoro pasó a depender nuevamente del arzobispado de Toledo. Por ello, Chinchón pasa a ser la cabeza de un sexmo que incongruentemente se sigue denominando de Valdemoro al que sigue perteneciendo Villaconejos.



AÑO 1480. Creación del señorío de Chinchón.
Creado el señorío para su cesión a D. Andrés Cabrera y Dª Beatriz de Bobadilla, Marqueses de Moya. Les fue otorgado por los Reyes Católicos, en agradecimiento a los servicios prestados, especialmente su colaboración en contra de Dª Juana la Beltraneja.
El señorío lo integran las siguientes aldeas: del sexmo de Casarrubios, Odón, Moraleja Mayor, Moraleja de Enmedio, Brunete, Salcedón, Zarzuela, La Cabrera, Serranillos, La Veguilla, Quijorna, Trascentenos y Cienvallejos; del sexmo de Valdemoro, Chinchón, Bayona (Titulcia), Seseña, Valdelaguna, San Martín de la Vega, Villaconejos y Ciempozuelos; todas ellas desvinculadas de la Transierra segoviana.
La decisión tomada por los Reyes de donar aquellos pueblos a los Marqueses de Moya fue causa de grandes disgustos, escándalos y alborotos en la ciudad de Segovia, a cuya costa se efectuaba. Se abofeteó implacable y cruelmente a todos los niños segovianos para que guardasen toda su vida el recuerdo de la protesta y de la resistencia que se hizo. La ciudad de Segovia inició un pleito contra lo que consideraba una arbitrariedad que duró más de un siglo.
AÑO 1520. El Primer Conde de Chinchón. Las aldeas del Señorío de Chinchón, se unen al alzamiento Comunero.
Juan Fernando de Cabrera y Bobadilla, sucesor de los Marqueses de Moya, fue honrado con el título de Conde (el primer Conde de Chinchón) por el Rey Carlos V.
El Conde de Chinchón y el de Puñoenrrostro, este último propietario del castillo de Casasola, se alineaban con el rey en este conflicto. Las aldeas integradas en el señorío del Conde de Chinchón deseaban ser libres bajo la jurisdicción directa de la corona.
En la comarca se internaron comuneros segovianos, y acudieron a Chinchón para prestar ayuda a los súbditos rebeldes del conde. A finales del 1520 atacaron el castillo de Casasola y la plaza de Chinchón, que se rindió con toda su artillería el 21 de Enero de 1521.
Las tropas segovianas también participaron en enfrentamientos en Ciempozuelos donde un campesino arengó a sus convecinos deseosos de pertenecer a la corona real y no al señorío del conde de Chinchón, Fernando de Cabrera y Bobadilla. El conde atacó la aldea y además de recuperar su feudo ahorcó al campesino cabecilla de la rebelión.
Al ser aplastado el movimiento comunero, el conde de Chinchón, que fallecería poco después del final de la revuelta, y su viuda iniciaron la tramitación de la reclamación de indemnizaciones por los daños causados en sus propiedades de la comarca: dos castillos, así como por las cosechas arrasadas. Las reclamaciones sumaron nada menos que 37 millones de maravedís. En 1522 se puso en marcha el proceso contra los términos que constituían el señorío, las que, naturalmente, perdieron la demanda y fueron obligadas a reparar los daños.
Apelaron, y una sentencia de la Chancillería de Valladolid de 1528 rebajó las indemnizaciones a satisfaces por los demandados. Finalmente, en enero del año 1531 se fijó la indemnización en 9.818.441 maravedís, la indemnización tras una nueva apelación de la condesa.
Las cargas que cayeron sobre muchos pueblos de la Corona de Castilla, como consecuencia de litigios como éste, influyeron negativamente sobre su economía.
Con esta sentencia, los pueblos debieron indemnizar al conde de Chinchón con cantidades que oscilaron entre los 500.000 maravedís de Chinchón y los 180.000 de San Martín de la Vega.
EDAD MODERNA.
Siglos XVI y XVII construcción de la iglesia San Nicolas de Bari en dos fases
En el año 1578 se construye la Ermita de Santa Ana, gracias a los donativos y trabajo de los lugareños
Según datos del libro ESPAÑA RURAL DE LA ESPAÑA MODERNA, el censo en el año 1601 era de 138 habitantes.
AÑO 1738. Un hijo de Felipe V compra el Condado de Chinchón.
Este año los nombramientos de alcaldes, demás cargos y oficios de Justicia, y Escribanos de los ayuntamientos del señorío de Chinchón aparecen firmados por el infante D. Felipe de Borbón Farnesio, hijo del rey Felipe V, quien había adquirido el Condado de Chinchón.
Nombrado señor del Ducado de Parma, Piacenza y Guastella, se trasladó a Italia a tomar posesión de los nuevos estados; su hermano el Infante D. Luis Antonio de Borbón y Farnesio le sucedió al frente del condado de Chinchón.
AÑO 1787. Censo de población: 483 habitantes.
Según los datos del censo de Floridablanca de este año.
EDAD CONTEMPORÁNEA.
AÑO 1814. 15 de septiembre. Supresión de los señoríos.
Por Real Célula emitida por Fernando VII. Las Cortes de Cádiz ya lo habían efectuado en agosto de 1811, pero al estar la mayor parte de la península en poder de los franceses no se pudo aplicar la medida.
AÑO 1834. Se crea el partido judicial de Chinchón. Villaconejos dependiente de él.
Las competencias judiciales dejan de estar en manos de los alcaldes para pasar a jueces ordinarios, que ejercen desde las recién creadas Cabezas de Partido Judicial. El de Chinchón, al que queda asignada Villaconejos, se compone de los siguientes municipios:
Aranjuez, Arganda del Rey, Belmonte de Tajo, Brea de Tajo, Carabaña, Colmenar de Oreja, Chinchón, Estremera, Fuentidueña de Tajo, Perales de Tajuña, Tielmes, Valdaracete, Valdelaguna, Villaconejos, Villamanrique de Tajo y Villarejo de Salvanés.
AÑO 1847. Censo de población: 825 habitantes.
Según datos de Madoz en su Diccionario Geográfico Estadístico Histórico. En sesenta años Villaconejos había casi duplicado su población.
1882: Villaconejos cuenta, por primera vez en su vida, con una fuente de agua potable, procedente de Mingorrubio.
1902: El Ayuntamiento de Villaconejos compra el derecho a las aguas de Mingorrubio, sus tuberías, depósitos, lavadero, etc., por el precio de 11000 ptas.
1925: Muere en Villaconejos el pintor Eugenio Oliva.
1940: Se compra la imagen de Santa Ana, que se venera en la actualidad, por un precio de 750 ptas.
1945: Se da carácter legal a la Hermandad de San Isidro.
1967: Comienzan las obras de la Ermita de San Isidro que terminarán en 1970.
http://es.wikipedia.org/wiki/Villaconejos
Principalmente son dos los libros que están dedicados a contar la vida y quehaceres de este nuestro pueblo.
VILLACONEJOS APUNTES DE NUESTRO PUEBLO, escrito por D. Jesús Sancho Aguilera, en el hace un estudio antropológico desde antes del nacimiento de nuestro pueblo, pasando por la historia de los monumentos, fiestas, etc.
El segundo VILLACONEJOS VIDA Y COSTUMBRES DE UN PUEBLO, escrito por Antonio Ruiz Ruiz y Emilio Escalona Ruiz, libro escrito en primeras personas, en el cuentan la vida cotidiana de los meloneros y su continua trashumancia

AYER


Por suerte o desgracia nuestra, hasta hace apenas 30 años, hemos sido un pueblo muy especial
Voy a intentar contar en primera persona la historia del ayer y del hoy en Villaconejos, pues del mañana todavía está por escribir, pero en una ojeada de cómo lo tenemos ahora, complicado lo tenemos en un corto plazo.
Mi infancia como los niños de edad parecida, también era parecida en costumbres y aficiones.
Allá por los años 60 y 70 debíamos ir al cole en un curso adaptado a nuestro estilo de vida, que era principalmente salir toda la familia fuera del pueblo desde los meses de Marzo a Septiembre u Octubre según en la zona donde se sembrasen la cosecha, temprana  o tardía.
Por lo tanto nuestro curso escolar debía ser “comprimido”  respecto a los otros pueblos colindantes al nuestro, que era de Septiembre a Junio.
Demasiado pronto empezábamos a trabajar en nuestras parcelas alquiladas por 6 meses, o cogidas “a medias” con los propietarios de las fincas.
Teníamos una media de 7 años para empezar a trabajar en las labores del campo, unos quizás con 5 o 6 años y otros con 8 o 9 años, según las exigencias del padre de familia principalmente.
Voy a contar unos hechos, para ver hasta qué punto los que hoy,  los chavalitos de 8 o 10 años, se comportan como tienen que ser, niños de esta edad, a nuestro comportamiento a esa misma edad y esto era como regla general, la exigencia a esa edad el comportamiento de una persona  totalmente adulta.
Año 1967, mi hermano Emilio con 11 años y yo con 9, cortamos y sacamos alrededor de 4000 kilos diarios de melones, ayudados por mi madre que se quedaba donde hacíamos el montón, principalmente porque yo no llegaba a sacar los últimos melones del “serón” y un burro de alzada considerable, terriblemente lento, pero incansable en el trabajo cotidiano.
Debo aclarar que por aquellos años, el cortar melones, requería cierta profesionalidad, no todo el mundo sabia cortar melones. Por aquellos tiempos generalmente eran tres las variedades que se sembraban. De tempranos a tardios eran los siguientes:
Bolas, eran como su propio nombre indica, totalmente redondo, con la piel rugosa y oscura.
Alicantinos, totalmente amarillos, de calibre superior al anterior y de forma mas ovalado.
Mochuelos, mas o menos del calibre de los alicantinos, pero con la piel verde.
Esta ultima variedad, aun hoy se siembra, de cara a un reducido mercado que todavía subsiste, gracias a la excepcional calidad de esta variedad
Las dos primeras ya han desaparecido
                                                                           
Foto izquierda, burro cargado con melones
Foto derecha, mi hermano Emilio con el burro camino del melonar                                                                           
Un día normal sería el levantarnos un rato antes de salir el sol, para tomarnos nuestro cola cao, una vez que se veía, mi hermano Emilio cortaba melones  y me los echaba para que los dejase con la cama para arriba (parte del melón que está en contacto con la tierra) para en caso que se nos quedase sin sacar no se “asolanase”.
A las 9:30 horas llegaba mi madre con el almuerzo, para que acto seguido, me ponía a sacar melones con el burro, y mi madre se quedaba en el montón para ayudarme a descargar el serón, pues como yo me criaba bastante retrasaete en lo que se refiere a estatura, no podía sacar los últimos melones del serón.
Para sacar de 4000 a 4200 kilos necesitábamos sacar de 30 a 32 cargas, cosa que hacíamos por regla general llegadas las dos del mediodía, nos íbamos a comer, y sobre las cuatro de la tarde de nuevo nos poníamos a cortar melones para que alrededor de las siete, llegaba mi padre con el camión, para cargarle de nuevo, mi padre, una vez cargado el camión de melones para su venta en Legazpi y una vez vendido y descargado a mediodía del día siguiente, como no tenia medio de locomoción para llegar a la finca, debía irse con el camión que hacia portes para la construcción (viajes de arena y ladrillos para las obras) hasta que a las 7 de la tarde se presentaba con el camión dispuesto a cargar de nuevo un viaje de melones para el mercado.
Cenábamos pronto a la luz de un carburo, oír el cuento de las nueve en radio Intercontinental, y acto seguido irnos a dormir, pues pronto amanecería un nuevo día.
Vivíamos en chozas hechas por nosotros mismos.

Con una superficie de 30  o como mucho 40 m2, la estancia estaba dividida en dos estancias, la denominada cocina, que era lo primero que nos encontrábamos nada más entrar, y a continuación un único dormitorio. Para mayor intimidad distribuíamos el dormitorio por medio de cuerdas y mantas o cortinas, según las necesidades de cada familia
Paredes hechas de tierra húmeda prensada, techo de costeros (palos de madera rectangulares de aproximadamente 4 m de largo, 15 cm de ancho y 4 o 5 cm de gruesos), sobre estos, planchas rectangulares de una especie de aglomerado clavado a los costeros a los que llamábamos tablés. Sobre los “tablés” se echaba paja para que escurriera el agua de la lluvia, y sobre esta una capa de tierra de muy poco grosor para que los días de viento no se llevase la paja. El ultimo año que vivimos en un sitio de estos fue en 1969, en una finca junto al pueblo de Cebolla, al siguiente año, fuimos a Villamanrique de Tajo, a vivir en una casa en el pueblo, pero no todo era comodidades, pues una vez llegada la época de la corta, como teníamos en 7 parcelas, distribuidas por todo el contorno, para llegar a la ultima que estaba a una distancia de 8 kms, a la hora de sacar melones, como todavía se sacaba con burro, tenía que salir hora y media antes de la salida del sol, para poder empezar a trabajar una vez salido este.

Pero bueno peor lo tenía mis abuelos, pues ellos debían de llevar los melones al mercado en carros parecidos a estos en la foto, desde pueblos limítrofes al nuestro, calcular como 70 u 80 kilómetros  con carros enganchados por mulas o bueyes muy parecidos a estos














 
En cuanto a los aperos de labranza, hay mucha diferencia entre estos viejos arados romanos que se usaban sobre los años 1940

Y los grandes tractores con cientos de caballos de potencia que se usan ahora



                                                                 TRABAJOS A REALIZAR
Pero bueno, intentaré poner cronológicamente los trabajos que se realizaban y el nombre que utilizábamos para referirnos a ellos.
Como ya he dicho, la campaña se iniciaba a primeros de marzo, con el cambio de domicilio de toda la familia al sitio donde ese año fuésemos a sembrar los melones, el traslado, así como los trayectos variaban según evolucionaba la vida, como ya he dicho, por los años 1940 se solía llevar los enseres en carros, y a partir de aproximadamente 1960, o quizás unos años antes, en pequeños camiones.
Una vez instalados en una primera estancia, en naves, secaderos, o casas más o menos habitables que nos dejaba en la finca donde íbamos a pasar la campaña, nos poníamos manos a la obra de hacer nuestra propia choza, que en el caso de mi familia solíamos tardar en hacerla de 4 a 5 días. Tras unos días en compas de espera para que se “orease” (secase), pues como ya dije las paredes y medianeras las hacíamos con tierra húmeda, nos cambiábamos de nuevo, a la nueva vivienda.
Los trabajos propiamente dichos comenzaban con hacer los “caballones”, consistentes en que por medio de primero con caballerías, y luego con el tractor, se hacía sobre el terreno una serie de abultamientos continuos, que iban de un extremo a otra de la parcela, entre un caballón al siguiente debería haber una distancia de unos 120 cmt mas o menos.
A los caballones se les atravesaba también de un extremo a otro por unos surcos denominadas “caceras”. A la distancia entre una cacera y otra se le denominaba “cuartel”, estos solían ser de tres, cuatro, cinco, e incluso seis “matas” (plantas) de melones, según fuese el terreno, llano o levemente inclinado.
Una vez preparada la tierra, pasábamos al trabajo de la siembra. Al contrario de ahora que el trabajo lo hace un tractor, antiguamente había cuatro oficios a desarrollar, que son:
El encargado de hacer los “hoyitos”, generalmente labor realizada por los hermanos mayores, ayudados por pequeñas azadillas, consistía en hacer hoyos de poca profundidad, pero que solía variar de según la profundidad estuviese la humedad para que la pipa de melón germinase y no de secase.
En caso que la humedad estuviese muy profunda o no hubiese, entraban en acción las mujeres, que mediante un cubo y un bote o jarra (de ahí el nombre de sembrar los melones a “jarrilla”) echaba una cierta cantidad de agua a cada hoyo, y rogar que en los próximos días lloviese lo suficiente para la nacencia.
El echar las “pipas” en los hoyo, era labor desarrollada por los hermanos menores, y consistía en llevar fiambreras llenas de simiente (pipas) levemente germinadas (enrejadas) y depositar de ocho a diez semillas por hoyo.
Y por último la labor ha desarrollar por el cabeza de familia, ósea el padre, y era tapar el hoyo con cierta cantidad de tierra procurando hacerlo de manera que el nacimiento de la planta en su trayecto a la superficie no se encontrase demasiados obstáculos como pudiera ser un “terrón” (trozo de tierra apelmazado).
Tras unos días de espera en donde indudablemente influye la climatología, pronto vemos como se va desarrollando la nacencia.
Una vez nacidas las primeras plantas, pasamos al “marreo”, que consistía en reponer todas las plantas, que por distintas causas no han podido salir a la superficie.
Lo siguiente y una vez haber logrado acabar el marreado, (muchas veces tras varios repasos) pasamos al arado, hasta el año 1970 aproximadamente a “una mano” (longitudinal al caballón) y posteriormente a “dos manos” arar la parcela en forma de cruz.
 “Desmate” se llamaba a dejar  en un principio dos “matas” de todo el golpe que había nacido en un principio de las ocho o diez pipas que se echaban en cada hoyo, una vez que las plantas se ponian mas fuertes, se dejaba una. Muchas veces, al mismo tiempo se aprovechaba para quitar la hierba con la ayuda de una azada.
Todos estos trabajos se ahorran ahora, pues directamente el tractor, hace el caballón, pone el practico que lo cubre, y planta la planta (valga la redundancia) que previamente se ha sembrado en semilleros por empresas especializadas.
Se daba generalmente una primera “cura” al melonar cuando las planta tenían cuatro o cinco hojas, en previsión de que las plantas no se pusiesen “jaras” (amarillas) o bien fuesen atacadas por el “piejo” (pulgón). Para ello se compraba los productos fitosanitarios pertinentes, se mezclaban en un bidón, y por medio de un cubo y escobas, se rociaba la planta con el producto resultante. También se usaba posteriormente las clásicas sulfatadoras de mochilas.

A “pitonear” se le decía cuando la planta comenzaba a echar los “gajos” (brazos, o ramas cuando la planta se empieza a expandir ).
El trabajo que detallo a continuación ha sido el que más evolución ha sufrido desde los inicios, me refiero a la forma de los preparativos para el posterior riego de la cosecha.
Se denominaba “vinar” melones a la acción de hacer mediante un trabajo manual con la azada una especie de arroyo (cacerilla), acabado por un tope (culata) a modo de presa, para que el agua una vez llagado a ella, se quedase estancado. La longitud de la cacerilla varía si el terreno es llano o en pendiente, a más pendiente más corta la cacerilla
Como anteriormente pongo, las caceras, van en sentido de cortar a las cacerillas a la longitud deseada, la porción de tierra entre dos caceras se le denomina “cuartel”. Todos estos trabajos han evolucionado en la forma que primeros trabajos se hicieron con azada, luego con mulas, después con tractor, y últimamente, como el riego se produce mediante goteo, no hace falta toda esta parafernalia.

Desde que se empezaba a regar, hasta que se empezaba a cortar melones, se podía dar si era preciso mas curas, bien por medio del tractor, enganchado a él una cuba con dos brazos y varios difusores, por donde salían pequeños chorros expandidos y a gran presión, o bien, como nos pasó en mi casa los años 1967,68 y 69, que las curas las daba una avioneta, acoplada para este menester.
En cuanto al trabajo de la corta y el posterior sacado con burro, en mi casa lo estuvimos haciendo así hasta el año 1971, a partir de ese año pasamos a sacarlos con un tractor y un remolque.
Hasta aquí, lo que más o menos era nuestro trabajo en una temporada normal. Trabajos que se veían acortados, o alargados, según la climatología.    

REPORTAJE SOBRE MELONES AÑO 1908
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/blanco.y.negro/1908/09/26/021.html                                                    

FOTOS AÑO 1903
ANUNCIO GRAFICO DE LA COOPERATIVA   
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1962/08/17/010.html



 AGUA MEDICINAL DE VILLACABRAS   
              El agua de Villacabras, en tiempos embotellado por tener cualidades mineromedicinales, beneficiosa para la piel, y usado como purgante.
 LO QUE LEIAMOS
EL JABATO
EL CAPITAN TRUENO
HAZAÑAS BELICAS

ROBERTO ALCAZAR Y PEDRIN

EL GUERRERO DEL ANTIFAZ

Con la lectura de estos comic, algunos nos aficionamos a la lectura, y de estos tebeos, pasamos a las novelas de bolsillo de Marcial Lafuente Estefania






Por parte del lado femenino, aunque no estaba muy al dia, creo recordar que se leima bastante las fotonovelas de Corin Tellado
CANCIONES Y PROGRAMAS
 Las canciones que escuchábamos generalmente en radios que eran alimentados por pilas de petaca generalmente, para que todos se sientan representados, voy a poner tres ejemplos:
Los de más edad:
ANTONIO MOLINA
Los mas jóvenes:
LOS MODULOS
Para los jóvenes mas progres:
LOS BRAVOS
Los programas de radio otros tres:
Por la mañana LA SAGA DE LOS PORRETAS

Por la tarde EL CONSULTORIO DE DOÑA ELENA FRANCIS
Por la noche:
 USTEDES SON FORMIDABLES
Programas de tv
EL SANTO
BONANZA

GALAS DEL SABADO



HOY
Como se suele decir, mas vale una imagen que mil palabras.
Primero se hacen surcos.....
Para el posterior reparto de estiercol
Se extiende las tuberias del riego por goteo
Se extiende el plastico, y se planta la maceta
Se da varios repasos con los arados para quitar las malas hierbas
Melonar "cerrado", es cuando las plantas tapa materialmente todo el terreno destinado a la plantación.
Prácticamente, casi todos los fitosanitarios, se agregan al agua del riego, e incluso los abonos foliares.
Cortando y sacando melones con el tractor
Descargando los melones para su posterior venta